Dos Ferraris aparcados en doble fila, mientras estamos en un jacuzzi con una botella de Moët Chandon al puro estilo Jesús Gil podría ser para algunos la definición correcta.
Sin embargo, en este taller no vamos de este palo.
La idea es otra.
Tener la vida resuelta es tener tranquilidad económica y libertad de decisión
¡Vaya mierda!
Había entrado en esta web para que me dijeran que me forraría y ahora me vienes tu hablando de libertad, como William Wallace pero sin caballo.
Lo siento. No soy un gurú.
No tengo el Ferrari, así que no te lo puedo prometer.
Pero si tengo esa tranquilidad y esa libertad.
Piénsalo bien.
¿Cuántas personas no la tienen?
- No se pueden cambiar de trabajo. O cobran este mes, o no pueden pagar su vida
- No pueden ver a sus hijos crecer. Cuándo se dan cuenta ya están en la universidad
- No se pueden jubilar. Eso es pasar de clase media a clase pobre por la vía rápida
- No pueden decidir qué hacer con su tiempo libre. De casa al trabajo y del trabajo a casa.
Y de ejemplos como estos los hay hasta llegar a N+1
Estas personas no son pobres técnicamente. Incluso puede ser que en sus casas tengan el jacuzzi y tengan el Moët.
- Pero el lunes volverán a un trabajo en el que no les pasan las horas y no pueden dejar
- Pero se irán de casa con sus hijos durmiendo, y regresarán con sus hijos durmiendo
- Pero no se retirarán, ya que si lo hacen no podrán pagar ni el jacuzzi y ni el Moët.
- Pero no estarán para ver la Champions los miércoles en el bar. No salen hasta las 22.
Y de peros como estos también los hay hasta llegar a N+1
Los cuatro principios de la vida resuelta
PRIMER PRINCIPIO. LIBERTAD DE DECIDIR NUESTRA VIDA PROFESIONAL. Esto no va de retirarse en un sentido estricto, sino en tener una posición financiera lo suficientemente fuerte para no tener que aceptar un sueldo porque si, aceptar un sueldo porque no nos queda más remedio, aceptar un sueldo porque estamos colgados y no tenemos la posibilidad de esperar y elegir, ni tampoco la posibilidad de montar nuestro negocio, y así vernos obligados a aguantar jefes irrespetuosos, compañeros de trabajo pedantes o clientes maleducados. Con la vida resuelta, todo esto termina.
SEGUNDO PRINCIPIO. DESPREOCUPARSE POR LLEGAR A FINAL DE MES. De hecho, es una expresión que ni siquiera hace falta volver a escuchar. La podemos eliminar de nuestro diccionario mental. La loca rutina de mirar la cuenta corriente a partir de día 20 pasa a la historia. A alguien que tiene la vida resuelta los meses simplemente se suceden, se abren con saldo positivo y se cierran igual. Sin sorpresas por el camino. Si se jode la nevera, cambio la nevera y a seguir.
TERCER PRINCIPIO. PODER SALIR A CENAR. Lo interesante viene ahora. Los dos primeros son fáciles de conseguir, nos privamos de placeres, ahorramos a base de vales de descuento del super, ladrillos en las cisternas de los retretes y un cirio para iluminar la casa y listos. En la vida resuelta redoblamos la apuesta: voy a decidir mi futuro profesional, me voy a despreocupar por si llego o no a final de mes, y a parte, me voy a poder ir a cenar si me apetece y de vacaciones también.
El poder salir a cenar representa metafóricamente dos hechos:
1. Tener dinero para pagar tus placeres
2. Tener dinero para disponer del tiempo en el que disfrutarlos
CUARTO PRINCIPIO: SABER INVERTIR PARA RETIRARNOS CON PROFESIONALIDAD.
SI 30 años puede que esto de retirarte no entre en tu rango de preocupaciones, pero créeme, sí que lo hará a los 50. Para entonces será tarde. En este taller le damos mucha importancia.
Con ser un retirado profesional me refiero a ser el rey de la conga y el collar hawaiano en Benidorm. Me refiero a los nietos en Euro Disney y la familia entera cenando en su casa. Y no agarrados a una basura de pensión de 500 euros que da para vivir como un cactus. Tantos años trabajando para esto. Así no.
Un día con la vida resuelta
- Dormir sin pensar en salados de cuentas corrientes
- Despertarse para ejercer una profesión que de verdad te llene
- Cenar de un solomillo a la pimienta y dos copas de vino con tarta tatin de postre
- La familia haciéndose fotos con Pluto
¿Hay un camino?
No te puedo garantizar que lo consigas, pero por mi parte puedo darte las herramientas para que llegues a ello. Puedes ver todo lo que enseño y comparto en el taller de finanzas personales.
¿Me dirás que no tiene buena pinta?
Venga, nos vemos dentro
Hasta entonces, que trabajes poco y ganes mucho
Un abrazo
Dale al botoncito, corazón
Tu y yo tenemos algo pendiente